Cualquier persona que quiera comenzar un negocio deberá contar con la ayuda de los bancos. Esta afirmación era cierta hace unos años, pero actualmente, y gracias a las nuevas tecnologías, podrás encontrar una amplia variedad de fórmulas para financiar tu startup aunque seas autónomo, freelance y emprendedor.
Esta, la financiación de la startup, es el mayor problema al que debe enfrentarse cualquier persona que desee poner en marcha un proyecto, una idea o una compañía. Normalmente, estos emprendedores comienzan tirando de sus ahorros, pidiendo también dinero prestado a los familiares y amigos. Sin embargo, puede que logres atraer a algún inversor privado o que consigas alguna ayuda gubernamental.
No desesperes y sigue leyendo las nueve técnicas de financiación que destacamos a continuación. Piensa que no todas serán óptimas para tu startup, sino que tendrás que escoger aquella que mejor se adapte a tu idea y tus posibilidades de expansión:
Técnicas de financiación
- The Three F’s: este término se refiere a "family, friends, and fools", aquellas personas que te prestarán su dinero para emprender aún no teniendo ni idea de negocios. De hecho, la familia y los amigos representan la principal fuente de financiación para las startup.
- Crowdfunding: esta técnica, bastante novedosa, se basa en la financiación colectiva. Es una forma de buscar "socios o inversores" a través de la Red. Puedes utilizar el crowdfunding de recompensa (el mecenas recibe una contra-prestación), el de inversión (el inversor obtiene acciones o participaciones empresariales), de préstamo (el receptor debe devolver el dinero con un tipo de interés) o el de donación (el donante no recibe nada a cambio).
- Angel Investors: así se conoce a los filántropos que invierten su dinero en empresas o personas que creen que van a triunfar en un futuro. Normalmente estos se convierten en socios o reciben un número determinado de acciones, que suelen generar beneficios pasados aproximadamente unos 5 años. Cuando estos ángeles invierten en grupo, se conoce como coinversión liderada.
- Préstamos bancarios: es verdad que el panorama actual está bastante complicado, pero los bancos aún conceden créditos a los emprendedores con buenas ideas. Eso sí, necesitarás un buen plan de negocio para convencerles.
- Ayuda gubernamental: en España los empresarios pueden probar suerte con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), "un banco público con forma jurídica de entidad pública empresarial, adscrita al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad a través de la Secretaría de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa".
- Venture Capital: también conocidos como capital de riesgo, son los fondos privados que suelen invertir en proyectos ya consolidados con el fin de lograr un rédito económico.
- Aceleradora de semillas: es la institución encargada de impulsar diversas startups mediante un sistema de mentoring, formación, educación digital y financiación. Cuando la empresa está lista para lanzarse, esta organización convoca un pitch público.
- Bartering: con este término nos estamos refiriendo al tradicional sistema de trueque. Aunque no es una forma de financiación directa, ayuda a reducir costes. ¿Por qué no prestar tus servicios informáticos a una empresa de comunicación a cambio de que te lleven tus redes sociales?
- Bootstrapping: los emprendedores más intrépidos podrán llevar a cabo esta práctica, que básicamente se refiere al hecho de comenzar una actividad con el capital que únicamente tú dispongas. Podrás ser más autónomo, creativo y ahorrador, aunque las probabilidades de éxito son más pequeñas.